¿Cómo distinguir una tendencia de una moda pasajera?
- MAC

- hace 2 horas
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A medida que la palabra “tendencia” gana popularidad y adquiere múltiples significados, los reportes anuales sobre este tema se vuelven cada vez más frecuentes. Sin embargo, distinguir entre lo que realmente es tendencia y lo que solo es ruido resulta esencial cuando hablamos de impacto a largo plazo.
Hoy es muy común que se nos bombardeé con listados de “tendencias” para el año siguiente: ya sean de productos, de consumo o de redes sociales. Aunque estos reportes suelen ser inspiradores y reflejan las conversaciones más destacadas del momento, no todas esas supuestas tendencias representan cambios significativos o transformaciones que perduren en el tiempo.
El término “tendencia” se ha popularizado tanto que puede abarcar desde un reto viral de TikTok, un meme, un baile o una estética pasajera —como Old Money, Barbiecore, Coquette, Cottagecore o Balletcore— hasta fenómenos más profundos vinculados con el comportamiento de los consumidores y con el entendimiento cultural, que son los que marcan verdaderas tendencias de largo plazo.

¿Cómo saber en qué tendencia apostar?
Separar una tendencia real de una moda pasajera requiere análisis crítico, evaluar las fuentes y comprender el contexto. Factores como la sociedad, la tecnología, la política, la economía y la industria son pilares macro que permiten entender cómo se moldearán las decisiones de consumo y, en consecuencia, el mercado en general.
Tendencias e impacto de las redes sociales
En 2020, con la pandemia que obligó a millones de personas a permanecer en casa, TikTok explotó en popularidad y abrió un abanico de posibilidades infinitas. La plataforma revolucionó la manera en que se generan tendencias al democratizar la viralidad, estimular el consumo inmediato y potenciar el FOMO (fear of missing out). Los consumidores querían ser parte de algo mientras todavía era relevante, sintiéndose integrados en una narrativa colectiva.
Desde la perspectiva del marketing, etiquetar algo como “tendencia” genera urgencia y atractivo comercial: gran parte de la gente desea asociarse con lo que se percibe como nuevo o en tendencia, y lo mismo sucede con las marcas.
Sin embargo, los patrones de consumo no cambian de forma radical de la noche a la mañana. Un ejemplo es el movimiento underconsumption core en TikTok, que invita a reutilizar prendas del guardarropa en lugar de comprar más. Este fenómeno refleja cómo la crisis del costo de vida, sumada a la incertidumbre política y social, seguirá influyendo en los hábitos de compra de varias generaciones, otorgándole a esta tendencia mayor permanencia.
Para destacar en este contexto y captar los verdaderos intereses de los consumidores, las marcas deben identificar las influencias culturales que poseen un atractivo duradero, diferenciando entre microtendencias pasajeras y aquellas con verdadero poder de permanencia.
Tipos de tendencias
Microtendencias: tienen un ciclo de vida corto.
Macrotendencias: pueden extenderse hasta 5 años, con ligeras modificaciones, e incluso convertirse en clásicos sin necesidad de superar ese tiempo.
Tendencias globales: actualmente proyectan vigencia hasta el año 2030.

La moda en 2025
Este año, la comodidad se consolida como prioridad: prendas oversize, blazers amplios, camisas largas y pantalones de pierna ancha dominan la escena. Para el otoño, veremos propuestas inspiradas en la naturaleza, con pieles sintéticas, plumas y un regreso del estilo bohemio: románticos vestidos de encaje, botas de ante y abrigos de piel sintética con un aire setentero.
Los colores protagonistas siguen siendo el marrón chocolate, los tonos vibrantes como naranja mandarina, verde menta y azul cielo, además del estampado de serpiente, cuadros, transparencias y mucho encaje.







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